Cuando diagnostican cáncer a una persona con hijos pequeños o nietos, una de las primeras preguntas que surgen es “¿Cómo se lo diré a los niños?”. Con este artículo intentaré orientar un poco sobre cómo hablar del cáncer con los hijos. No hay una manera fácil de hacerlo, pero sí que algunas pautas pueden ayudar.

Digámosles la verdad
La primera duda: ¿Es una buena idea explicar la situación a los hijos? Del todo. Aunque es comprensible que queramos ocultar esta información a los niños para que no sufran, lo cierto es que de todos modos lo acabarán notando. Y cuando pregunten qué pasa y les digamos que no pasa nada, su angustia será doble: Porque sabrán que ocurre algo y porque se lo intentamos ocultar. Y se fabricarán sus propias respuestas, que podrán ser ajustadas a la realidad o no.
Por lo tanto es importante darles la noticia. También porque habrá cambios que les afectarán: nuevas rutinas, nuevos horarios, visitas frecuentes al hospital, posibles cambios de imagen del padre o de la madre (o de quien tenga la enfermedad). Y de alguna manera u otra les pediremos su colaboración.
Cómo hablar del cáncer con los hijos
Es importante que, quien lo diga, sea alguien de su confianza. A ser posible, el mismo adulto que tiene la enfermedad. Aunque pensamos que se lo debería explicar el oncólogo porque es el experto, esta tarea corresponde a un familiar o alguien cercano a ellos.
Para tener esta conversación conviene buscar un momento y un lugar tranquilos. Es mejor que no están haciendo nada más en ese momento. Actividades como ver la tele, cenar o hacer los deberes pueden ser distractoras en un momento en que, precisamente, necesitamos toda su atención. Sentémonos ante ellos intentando quedar a su misma altura: un sofá, una silla, etc.
La información que les demos debe ser verídica y con un vocabulario adaptado a su edad y nivel de comprensión. Nos podemos imaginar qué lenguaje usaríamos para explicarles cualquier otra cosa. Es importante especificarles en qué parte del cuerpo se encuentra el tumor, ya que les ayudará a entenderlo. Si es una leucemia o un mieloma, decirles que es una enfermedad de la sangre. Podemos utilitzar metáforas o comparar la situación con historias de dibujos animados o películas que ellos conozcan.
Los niños pueden manifestar la ansiedad y la tristeza en forma de irritabilidad. O pueden cambiar su forma de comportarse para llamar la atención cuando se sienten desatendidos.
Otras cosas que es importante decirles

- Que esperamos que toda la familia contribuya a que todo vaya lo mejor posible.
- Que quizás algunas actividades habituales, como ir a cenar fuera los sábados, no se podrán hacer tan a menudo como de costumbre.
- Que pueden hacer tantas preguntas como quieran, y que se las contestaremos. Ahora y más adelante.
- Que es normal que lloren, o que se enfaden, y que siempre habrá alguien a su lado para que no se sientan solos.
- Que el cáncer no es culpa de nadie. Aunque suene extraño los niños pueden pensar que, como ellos se han portado mal, el cáncer de su madre o de su padre es un castigo.
- Que el cáncer no se transmite a otras personas.
También es importante no condicionar la curación a su conducta: a veces oigo decir «si no te portas bien, mamá no se curará del cáncer«. Aparte de que esto es mentira, no podemos poner la responsabilidad de la curación del cáncer sobre los hombros de los niños. Que deban portarse bien no tiene nada que ver con la enfermedad de su familiar. Tengamos en cuenta que los niños pueden manifestar la ansiedad y la tristeza en forma de irritabilidad. O pueden cambiar la manera de comportarse para llamar la atención cuando se sienten desatendidos. Con paciencia y con pautas normales de educación, habitualmente todo vuelve a la normalidad pasado un tiempo.
Finalmente, recomiendo hablar con su maestro de la escuela, para explicarle lo sucedido. No hay que darle todos los detalles, pero si lo sabe, podrá estar más atento. Posiblemente los niños estén más tristes en clase, y su rendimiento académico puede salir perjudicado.
¿Qué preguntas suelen hacer los niños?
Al hablar del cáncer con los hijos, estos harán preguntas. Las pueden hacer en el mismo momento o más tarde, y deberían saber que estamos dispuestos a resolver sus dudas. La cuestión es que algunas de estas preguntas pueden tener una respuesta difícil. A continuación vienen algunas, acompañadas de la respuesta que les podemos dar:
- “¿Por qué te ha ocurrido esto?” No hay ningún motivo. A veces la gente se pone enferma, pero para eso están los médicos.
- “Me puede ocurrir a mi?” Algunos niños tienen cáncer, pero la mayoría de personas que lo tienen son adultas.
- “¿Te vas a morir?” No lo sé. Pero cada vez hay más gente que se cura del cáncer, porque las medicinas mejoran. (Los niños pueden soltar esta pregunta de golpe: estar prevenidos ayudará a los padres a no alarmarse si lo hacen. Por otra parte, como dijimos, que la respuesta sea verdadera: No lo sé. Asegurar que la persona no se morirá es hacer una promesa que no sabemos si podremos cumplir).
- “¿Se te caerá el pelo?” Es possible. A algunas personas les ocurre y a otras no. Pero si se me cae el pelo iremos a comprar una gorra o un pañuelo, y lo usaré hasta que me vuelva a crecer. (Los niños algo mayores relacionan el cáncer con la caída del pelo y con otros posibles síntomas del tratamiento. Incluso puede preocuparles tener que enfrentarse a comentarios crueles de sus compañeros de escuela).
- “¿Tienes miedo?” Un poco sí. Pero con los médicos y con vosotros será más fácil pasar ese miedo.
Si no sabemos la respuesta a cualquier pregunta se lo podemos decir tranquilamente: «No lo sé«. Los niños apreciarán más una duda sincera, que no que vean que nos inventamos una respuesta sólo para salir del paso. Nadie tiene la respuesta a todas las preguntas: no tenemos la responsabilidad de saberlo todo.
En resumen: al hablar del cáncer con los hijos lo más recomendable es explicarles la situación con la verdad y utilizando un lenguaje comprensivo. Mostrarse disponibles para responder sus preguntas y estar a su lado.
En este enlace a la web de la American Cancer Society podéis encontrar información ampliada sobre cómo hablar del cáncer con los hijos.
Y esta escena de la película «Quédate a mi lado» (1998) muestra cómo una ex-pareja se une para dar la noticia del cáncer que tiene la madre a sus hijos:
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Hola, mi marido tiene cáncer y tenemos que decírselo a los niños. El problema es que por ahora tenemos muy poca información y la respuesta a muchas preguntas será no lo se. Cree usted que deberiamos esperar un poco a saber mas cosas antes de decirselo? Gracias,
Hola Vilma. Mi recomendación es decírselo con la información que tengan en este momento. Seguramente noten una preocupación en ustedes (sus padres), más silencios en casa, etc. Y se preguntarán el porqué. Les pueden decir que los médicos tienen que mirárselo poco a poco para poder saber más cosas. Incluso hacer una comparación, por ejemp!o, con un problema de matemáticas: hay que hacerlo poco a poco para entenderlo y que salga bien. A medida que llegue más información se la pueden dar, sobre todo la de temas que les puedan afectar, como los cambios de horarios o de rutinas, etc.
Si necsitan cualquier cosa, no duden en contactar conmigo!
Muchas gracias por la confianza.