Uno de los trastornos que incluyen los principales manuales de diagnóstico es el Trastorno Adaptativo. Este se diagnostica a las personas que, ante una situación estresante, han tenido una reacción personal más intensa de lo esperado. Ahora bien, cuando a alguien le dicen que tiene cáncer es francamente difícil distinguir si su reacción es «la esperada» o es «exagerada». Hablamos del diagnóstico de trastorno adaptativo en cáncer.
Qué es el Trastorno Adaptativo
Los trastornos mentales se diagnostican (o deberían diagnosticarse) con un proceso de evaluación cuidadoso y completo, con las pruebas necesarias, y el uso de un manual de diagnóstico. El manual especifica los criterios para confirmar o descartar cualquier psicopatología en una persona. Los dos manuales de diagnóstico más utilizados en nuestro entorno son el DSM 5 (Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición), elaborado por la Asociación Psiquiátrica Americana, y la CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades, décima edición), elaborado por la Organización Mundial de la Salud.
Una de las enfermedades mentales que contemplan estos manuales es el Trastorno Adaptativo. El trastorno adaptativo tiene estas características:
- Una persona que ha vivido o vive un acontecimiento estresante manifiesta síntomas emocionales o del comportamiento.
- Estos síntomas aparecen pocas semanas después del acontecimiento estresante y desaparecen cuando la situación se normaliza.
- Los síntomas son superiores a lo que se puede esperar dada la relevancia del estresor y afectan de manera importante la vida y las actividades diarias.
- Los efectos se pueden notar en el estado de ánimo, en forma de ansiedad, en la salud física o con el abandono de responsabilidades.
Como ejemplos para hacer este diagnóstico, los manuales (concretamente la CIE-10) proponen: el duelo por una pérdida, una separación, emigrar a otro país o tener la condición de refugiado. Afecta a un 5-20% de las personas que piden ayuda médica y lo puede hacer a cualquier edad.
Cómo es relaciona esta patología con el cáncer
El trastorno adaptativo en cáncer es uno de los más diagnosticados. Esta revisión de estudios indica que se asigna a entre el 3,6% y el 55,7% de pacientes oncológicos. Son cifras muy dispares porque los estudios incluídos en la revisión son muy distintos entre ellos. De manera resumida, reciben el diagnóstico de trastorno adaptativo:
- El 55,7% de los pacientes en estadios avanzados de la enfermedad y en tratamiento psicológico. Precisamente es el malestar emocional el que los lleva a buscar ayuda psicooncológica.
- El 50% de los pacientes con cáncer de ovario previo a la cirugía.
- En pacientes oncológicos ambulatorios se presenta, aproximadamente, en el 43,7%.
- Y en pacientes en fase terminal, la prevalencia de trastornos adaptativos se sitúa entre el 10,6% y el 26,5%.
Repasemos más datos descritos por esta revisión. Entre las causas que llevan al diagnóstico de trastorno adaptativo en cáncer está el dolor y el impacto emocional de la enfermedad. Los pacientes oncológicos con más riesgo de tener estos síntomas son los más jóvenes o los de edad más avanzada, los no casados, los que cuentan con poco apoyo social y aquellos que también tienen otras enfermedades. Finalmente cabe destacar el elevado riesgo de intento de suicidio que tienen las personas con cáncer y con esta psicopatología.
Por qué no es adecuado diagnosticar Trastorno Adaptativo en cáncer
Al repasar las características del trastorno adaptativo hemos visto que se considera que la reacción al acontecimiento estresante es superior a lo esperable. Y aquí radica la cuestión. ¿Cómo debe reaccionar una persona cuando le dicen que tiene un cáncer? ¿O cuando le dicen que no se podrá curar? Al decidir que hay una respuesta esperable ¿significa que, si su reacción es más intensa, la podemos calificar de exagerada?
El cáncer lo cambia todo. Amenaza la vida y altera el presente y el futuro para siempre. Profesionalmente yo no me atrevo a calificar de exagerada la reacción de una persona a la enfermedad. Por más intensa que sea esa reacción. Puede haber situaciones en las que sí podremos hablar de reacción exagerada. Por ejemplo, cuando alguien manifiesta síntomas de trastorno adaptativo con un diagnóstico de varicela o con la llegada de la menopausia. Pero no ante un proceso oncológico.
El diagnóstico de trastorno adaptativo en cáncer implica olvidar que las reacciones a esta enfermedad son muy variadas, y todas igual de respetables. No es adecuado -y no ayuda- decirle a una persona que ha reaccionado más de lo esperable, como si la enfermedad que tiene no fuera más que una piedra en el zapato.
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