La Declaración Europea de los Derechos del Paciente de Cáncer se aprobó el 4 de Febrero de 2014 en Estrasburgo (Francia) bajo la dirección del European Cancer Concord. Su objetivo es reducir las diferencias en el acceso al diagnóstico y tratamiento del cáncer entre países europeos. Las variaciones políticas, sociales y económicas que hay entre los distintos estados de Europa hacen que los derechos del paciente no sean los mismos en todas partes. Por lo tanto mantener la calidad de vida e, incluso curarse, puede depender del país donde se vive.
Qué es la Declaración Europea de los Derechos del Paciente de Cáncer
Los derechos del paciente ante la sanidad pueden variar mucho entre un país y otro. Incluso dentro de un mismo sistema sanitario, como han denunciado varias veces algunas asociaciones de pacientes. Haber nacido o estar viviendo en un país o en otro puede determinar el acceso al diagnóstico y al tratamiento.
Per eso en Febrero de 2014 se presentó la Declaración Europea de los Derechos del Paciente de Cáncer. Es un documento firmado por cientos de asociaciones de pacientes, parlamentarios europeos y profesionales de la oncología.
Su contenido se resume en 3 artículos:
- Artículo 1: El derecho de todos los ciudadanos europeos a recibir la información más acurada y a estar implicados en su atención sanitaria de forma proactiva.
- Artículo 2: El derecho de todos los ciudadanos europeos a acceder a un tratamiento contra el cáncer especializado y apoyado en la investigación y la innovación.
- Artículo 3: El derecho de todos los ciudadanos europeos a un sistema sanitario coste-efectivo que asegure los mejores resultados posibles en cáncer. (Coste-efectivo quiere decir que los beneficios sociales, humanos y económicos que se obtienen superan el coste de la inversión pública).
¿Se puede aplicar realmente?
Evidentmente esta Declaración de derechos del paciente, por si sola, no garantiza nada. Mientras no se traduzca en una directiva europea su aplicación depende de la voluntad política de cada gobierno. Además cada estado tiene su presupuesto y su funcionamiento. Pero sin duda es una llamada de atención ante diferencias alarmantes entre países.
El cáncer va en aumento en toda Europa, sobre todo por el envejecimiento de la población. El año 2012 se diagnosticaron 393 personas cada día con esta enfermedad. Estas personas deben tener los mismos derechos independientemente de donde vivan. Todas ellas hacen un esfuerzo para sostener el sistema sanitario de su país.
Pero la crisis financiera y económica, gestionada con no mucho encierto, ha llevado a muchos gobiernos a recortar el gasto para reducir el déficit (es decir, intentar no gastar más dinero del que se tiene). Por eso el reto sanitario ante el cáncer es mayúsculo. Esta Declaración de derechos del paciente parece un buen punto de partida para abordarlo.
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