La terapia de pareja en cáncer es una opción cuando alguno de los miembros de la pareja (o ambos) tienen cáncer y su relación se ve afectada. El cáncer no provoca conflictos de pareja, pero puede hacer emerger aquellos que estaban ocultos. La psicología, a través de la terapia de pareja, puede ayudar a recuperar la comunicación y la confianza mutua si es lo que las personas afectadas desean.
Cómo afecta el cáncer a la relación de pareja
«El cáncer lo cambia todo«. Esta es una de las primeras frases que digo a los pacientes y familiares a los que atiendo. La vida de la persona diagnosticada pasa a girar alrededor del tratamiento, por las frecuentes visitas al hospital, las horas de toma de medicación, las pruebas médicas, los controles, etc. Esto obliga a reorganizar toda la vida familiar. Sobre todo si hay niños pequeños.
Cuando llega este escenario, nadie está preparado para afrontarlo. Ante el cáncer, los recursos que hemos ido adquiriendo para solucionar los pequeños problemas de la vida diaria se quedan cortos, y es normal verse desbordado. Por eso la terapia de pareja en cáncer es un recurso bastante solicitado.
La relación se puede ver afectada por cambios tanto en quien tiene la enfermedad como en su pareja.
La persona diagnosticada
- Cambios en la imagen corporal y en la autoestima: El tratamiento puede dejar cambios físicos importantes: aumento de peso, cicatrices, caída del cabello, pérdida de partes del cuerpo. El/la paciente con cáncer puede pensar que ya no resultará tan atractivo/a como antes, y que su pareja está perdiendo el tiempo a su lado.
- Cambios en las prioridades: Tener una enfermedad que amenaza la vida puede hacer que la persona se replantee qué hace, con quién está y si quiere cambiar algo. Hay personas que deciden separarse, más después de la enfermedad que durante la misma.
- Sensación de incomprensión: La experiencia de tener cáncer sólo la entiende quien la vive. Otras personas, incluyendo la pareja, pueden tener dificultades para comprender esta experiencia, y el miembro de la pareja que tiene la enfermedad sentirá que no le están entendiendo.
Su pareja
- Frustración: Estar con una persona que tiene cáncer queda muy lejos de las expectativas que teníamos al empezar la relación. Romper estas expectativas provoca frustración.
- Sensación de impotencia: Pueden aparecer dudas sobre si lo que estamos haciendo es útil o no: «Si le ofrezco ayuda, ¿me lo agradecerá, o se enfadará porque le/la trato de inútil?«.
- Sobrecarga: Tener que asumir tareas que antes estaban repartidas o que hacía el otro, puede hacer que aumenten el desbordamiento y el estrés.
Cuando es adequado hacer terapia de pareja en cáncer
Como decíamos en la introducción, el cáncer no es causa de conflictos de pareja. Pero si tenéis algun problema subyacente, o no visible, sí que puede hacerlo emerger. En muchos casos estos problemas se pueden resolver sin intervención profesional: hablando de lo que ha ocurrido, corregiendo las interpretaciones que haya podido hacer el otro y buscando soluciones (por ejemplo, reservándose tiempo para estar juntos y sin nadie más).
Cuando a los miembros de la pareja os es difícil solucionar los problemas, tenéis discusiones que provocan todavía más malestar y, sobre todo, queréis recuperar la relación, la terapia de pareja en cáncer os puede ayudar.
Al empezar la terapia la pareja sí que debéis tener claro que adquirís un compromiso con vosotros mismos y con el otro, de manera que habrá que hacer un esfuerzo para mantenerlo.
Cómo se hace la terapia de pareja en cáncer
La terapia de pareja en cáncer crea un entorno de confianza en el que se puede hablar desde la preocupación. Eso significa que una persona dice a la otra cosas que la pueden molestar, pero no con la intención de ofender o de competir con ella, sino porque provocan malestar en quien las dice. Hacerlo así abre la puerta a corregir interpretaciones y malentendidos.
Consideramos que, quien tiene el problema, sois los dos. No es que uno tenga el problema y el otro se vea perjudicado, sino que la situación problemática es compartida. Por lo tanto, intentamos evitar conceptos como la culpa y nos centramos más en qué provoca los problemas y qué los mantiene.
Tambén aclaramos las necesidades de cada uno y trabajamos herramientas para hacer que las conversaciones sean útiles: un momento de mucho enfado o de mucho miedo es un mal momento para tratar temas importantes; merece la pena darse un tiempo hasta que haya vuelto la calma. Eso no es eludir el problema, sino esperar una ocasión mejor para solucionarlo. Tener un método de solucionar los problemas ayuda a las parejas a durar mucho más tiempo, y cada pareja puede crear el suyo.
I buscamos que haya buenos momentos. ¿Por qué? Pues porque las parejas que están bien y las que están mal son iguales en el sentido de que todas tienen malos momentos. Lo que las diferencia es que, las que están bien, también los tienen de los buenos. Esta es una clave para hacer que una relación funcione.
La sexualidad también es una de las áreas más afectadas por el cáncer y que, evidentemente, afecta a la pareja. Por lo tanto puede ser uno de los focos de la terapia de pareja en cáncer.
Si queréis información sobre la terapia de pareja en cáncer para vuestra situación personal, os podéis poner en contacto conmigo:
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