El 68% de pacientes de Psicología en Cáncer son mujeres y sólo el 32% son hombres, aunque la enfermedad es más probable en el sexo masculino que en el femenino. Estas proporciones son muy similares en otros servicios de Psicología, públicos y privados. En los hombres todavía hay una cierta reticencia a acudir a estos profesionales. Este artículo explica las ventajas que puede tener para los hombres con cáncer ir al psicólogo.
El cáncer en los hombres
La estadística general dice que 1 de cada 2 hombres tendrá cáncer a lo largo de su vida. En el caso de las mujeres será 1 de cada 3. Las enfermedades oncológicas más frecuentes en los hombres en Cataluña, según datos del 2017, son el cáncer de próstata (5.070 casos), el cáncer de colon y recto (3.607 casos) y el cáncer de pulmón (3.416 casos).
Los tratamientos son los mismos para los hombres que para las mujeres. Pero hay diferencias en la forma en que afecta la enfermedad según el género. Son diferencias de tipo social: en este artículo ya hablé del cáncer con perspectiva de género. En general los hombres con cáncer tienden más a la pasividad y no expresar lo que sienten.
Ser hombre y pedir ayuda
Ir al psicólogo implica pedir ayuda. Lo mismo ocurre con otras actividades que la mayoría de hombres hacen sin problemas, como recurrir a un abogado, llevar el coche al taller o ir al médico. Entonces, ¿por qué hablar con un psicólogo les cuesta más? Porque la ayuda que se pide en este caso suele ser de tipo emocional (aunque no siempre lo es).
Los estudios clásicos sobre la demanda de ayuda destacan lo siguiente:
- Los hombres piden menos ayuda porque se espera de ellos que sean más independientes.
- Los hombres se preocupan más que las mujeres por «qué dirán» los demás si saben que han pedido ayuda.
- La evaluación que se hace de un hombre que pide ayuda es más negativa que la de una mujer que hace lo mismo.
- Las mujeres piden más ayuda médico-sanitaria que los hombres porque dan más importancia a los problemas sociales y personales que a los instrumentales.
- Cuando la demanda de ayuda pone de manifiesto que la persona está fallando en un aspecto que considera importante para si misma, es menos probable que solicite esta ayuda.
Por qué a los hombres con cáncer les cuesta pedir ayuda
El último punto del párrafo anterior es clave. Los hombres, sobre todo los de más de 40 años, se educaron en un entorno que les exigía diferenciarse de las mujeres en algunas características: ser independientes, fuertes y solucionadores de problemas. Y también porque disimularan emociones como el miedo y la tristeza. Para muchos hombres, la sensación y expresión de vulnerabilidad pone en cuestión su autoimagen y su masculinidad.
Y el cáncer lo cambia todo. Obliga a dejar de hacer muchas cosas y a entrar en un circuito donde pasa a ser la persona cuidada. A los hombres con cáncer les cuesta aceptar que tienen que dejar de trabajar si piensan que su función como hombre es traer dinero a casa. Les cuesta depender de otros miembros de la familia. Y les cuesta mostrar el miedo, la tristeza y otras reacciones que piensan que harán que se les juzgue negativamente.
De manera particular, en el cáncer de próstata, los tratamientos más utilizados suelen tener dos consecuencias importantes: la incontinencia urinaria y la disfunción eréctil (impotencia). La pérdida de la función sexual los aleja de lo que piensan que deberían de ser -y poder hacer- como hombres.
Cómo puede ayudar el psicólogo a los hombres con cáncer
El cáncer de próstata, por razones obvias, sólo afecta a los varones. Pero recibo consultas de mujeres que vienen por su marido, ya que él se niega.
Incluso en estos casos ofrezco la posibilidad de que el hombre venga cuando quiera, o que se ponga en contacto conmigo si tiene alguna duda. Porque las ventajas de hacerlo son notables:
- La consulta es un espacio de privacidad y confidencialidad. Los hombres, como las mujeres, pueden explicar lo que quieran, sabiendo que quedará en el más absoluto secreto.
- La privacidad incluye que el hombre pueda venir sin que nadie más, ni siquiera de su familia, sepa que ha venido.
- Ir al psicólogo les da la oportunidad de descubrir que, lo que les ocurre a ellos, también les ocurre a otros hombres, y que no es tan extraño.
- Lo que un hombre no quiere explicar en casa para no causar más preocupación a los demás, lo puede explicar en la consulta y notar el alivio.
- Explicar las preocupaciones ayuda a ponerlas en orden, y eso facilita buscar la manera de solucionarlas.
- Lo que se aprende en la consulta se puede aplicar a muchos otros ámbitos de la vida, aunque de entrada no tengan nada que ver con el cáncer.
Afortunadamente la tendencia es que cada vez más hombres valoran las ventajas de ir al psicólogo. Tanto por el cáncer como por otras cuestiones. Y eso no los hace menos hombres. Es la causa y la consecuencia de construir una sociedad con menos diferencias sociales entre hombres y mujeres.
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