El 8 de Mayo se celebra el Dia Mundial del cáncer de ovario, una jornada escogida para concienciar a la población sobre esta enfermedad que afecta a más de 3.000 mujeres cada año en el estado español, y a más de 200.000 en todo el mundo. Por ese motivo se realizan muchas actividades culturales y formativas. En este artículo hablaremos de cómo afrontar el diagnóstico del cáncer de ovario -que a menudo se realiza cuando la enfermedad ya está avanzada- y los síntomas y consecuencias que puede provocar.
El diagnóstico con la enfermedad avanzada
Cerca del 75% de mujeres con cáncer de ovario son diagnosticadas cuando la enfermedad está avanzada. Esto ocurre porque en las fases iniciales no aparecen síntomas que alerten específicamente de la posibilidad de que haya un tumor: los síntomas que notan las mujeres se confunden fácilmente con los de los trastornos digestivos (sensación de hinchazón en el vientre, dolor abdominal, etc), y no causan alarma.
Por eso el pronóstico no es muy favorable, aunque dependerá del momento en que se haya diagnosticado la enfermedad, de la edad de la paciente y del tipo de cáncer de que se trate. En general en el estado español sobreviven cerca del 45% de las mujeres afectadas, un porcentaje que crece progresivamente año tras año.
En el Dia Mundial del cáncer de ovario también se recuerda que el momento del diagnóstico supone un gran impacto emocional para la mujer. Las reacciones más habituales son de miedo, rabia, tristeza e incertidumbre sobre el futuro. Aparecen preocupaciones relacionadas con el tratamiento, la autoimagen, la posibilidad de morir, y sobre cómo vivirá la familia -especialmente los hijos- toda la situación.
Es muy importante normalizar estas emociones, en el sentido de considerar que es normal que la mujer afectada se sienta mal, que tenga sentimientos cambiantes y mezclados entre ellos. Además, sentirse «optimista» o «con ganas de luchar» son cuestiones muy personales: algunas mujeres lo assumen como una batalla, mientras otras prefieren no hacerlo. Ambas opciones son igualmente respetables.
Si le han diagnosticado un cáncer de ovario, darse permiso a usted misma para estar triste, o para llorar, o para pedir a los demás que la dejen sola un rato, la ayudará a vivirlo con menos dificultad. Recuerde que la prioridad es usted misma y sus necesidades, y que puede explicar lo que quiera y a quién quiera sobre la enfermedad, sin tener que dar más explicaciones de las que usted desee.
También es un momento para tomar decisiones: si la mujer es joven, se puede plantear congelar óvulos para poder tener hijos más adelante (si el tratamiento lo permite), o pedir si se puede hacer un estudio genético que determine si la causa del cáncer es hereditaria (cosa que ocurre el 5-10% de les veces). La información obtenida puede ser útil para las hijas de la mujer a quien han diagnosticado.
Mensajes como «estaré a tu lado» o «¿qué necesitas?» son más útiles que otros como «Tienes que ser optimista, que seguro que no será nada» o «Almenos te ha ocurrido cuando ya has tenido hijos, y no es tan grave«. Lo mejor es preguntar siempre cómo podemos ser útiles en este momento, ya que las necesidades pueden cambiar.
Convivir con los síntomas del cáncer de ovario
Los síntomas del cáncer de ovario pueden provocar una gran angustia a la mujer que los sufre, como también se pone de manifiesto cada año en el Día Mundial del cáncer de ovario. Hay maneras de hacer que afecten menos al bienestar y la calidad de vida:
- Hinchazón del abdomen: La cirugía es el tratamiento de elección para este tipo de cáncer, y contribuirá a reducir esta inflamación. A parte de esto, llevar roba ancha y limitar los movimentos bruscos y de agacharse también pueden ayudar.
- Dolor pélvico y abdominal, o dolor de espalda: El médico puede facilitar recetas de medicamentos para calmar el dolor. Además las técnicas de relajación, respiración profunda y distracción, cuando se utilizan de manera combinada con estos medicamentos, incrementan su efecto analgésico.
- Sensación de no tener hambre: A menudo las mujeres con cáncer de ovario deben dejar de comer al poco rato de empezar porque enseguida se sienten llenas. Una posible solución es repartir las comidas en 5 o 6 pequeñas ingestas a lo largo del día, y evitar alimentos especialmente saciantes, como los que contienen muchas grasas o las bebidas gaseosas.
- Náuseas, vómitos o diarrea: Además de la enfermedad se pueden deber a la quimioterapia. Afectarán menos a la calidad de vida si, como hemos dicho, se come varias veces y en poca cantidad y, sobretodo, con alimentos muy variados. También ayudan las bebidas isotónicas y temperadas, o algo frías. Igualmente el médico puede recetar medicamentos que suelen ser eficaces.
- Fatiga: También se puede explicar por la enfermedad o por el tratamiento. Aunque parezca difícil es importante mantener una actividad física suave o moderada, siempre con conocimiento del equipo médico, que ayudará a tener más energía a lo largo del día, además de beneficiar la salud en general. De todas maneras algunos días la fatiga puede ser tan importante que obligue a la mujer a quedarse en casa, y en este caso también es mejor descansar que forzarse.
Actividades del Dia Mundial del cáncer de ovario
En ésta página de la Asociación ASACO (ASociación de Afectados por Cáncer de Ovario) encontraréis varias actividades que se hacen en el marco del Dia Mundial del cáncer de ovario. Un dia que también es importante para recordar que el cáncer de ovario no es sólo una cosa de mujeres: toda la sociedad debe estar concienciada y debería estar preparada para ayudar a las mujeres que sufren la enfermedad y para reducir sus efectos.
Este artículo tiene 0 comentarios