Las náuseas y vómitos de la quimioterapia son dos de las reacciones adversas más conocidas que tienen muchas personas que siguen este tratamiento para el cáncer. No todo el mundo que hace quimioterapia tiene estos signos pero, cuando están, pueden ser muy incapacitantes y afectar a la calidad de vida. Afortunadamente, cada vez hay tratamientos más eficaces para controlarlos. Este artículo explica cómo se pueden aliviar las náuseas y los vómitos asociados a la quimioterapia, o hacer que no sean tan molestos.

¿Por qué se producen las náuseas y vómitos de la quimioterapia?

Hay diversos factores que pueden provocar las náuseas y vómitos de la quimioterapia:

  • El medicamento llega a la Zona Gatillo Quimiorreceptora, un núcleo del cerebro que forma parte de la región que controla el reflejo del vómito. Fuera del tratamiento para el cáncer éste reflejo es útil porque si comemos algo en mal estado o tenemos una infección que podría ser peligrosa, provoca el vómito como mecanismo de defensa. Pero con la quimioterapia esta zona del cerebro también reacciona así.
  • El medicamento afecta a las mucosas gastrointestinales: El impacto de la quimioterapia es más intenso en las células que se reproducen rápidamente. Es el caso de las del cáncer, y por eso la quimioterapia es eficaz. Pero también lo hacen las células de las mucosas (estomacal, intestinal y bucal, provocando las náuseas y vómitos y las llagas en la boca) y el folículo piloso (provocando la caída del cabello). También puede afectar a la región del oído interno, relacionado con el mantenimiento del equilibrio, y provocando síntomas parecidos a los del mareo que acaban conduciendo al vómito.
  • Condicionamento: Las náuseas y los vómitos son reflejos muy facilmente condicionables. Esto significa que se asocian rápidamente a las situaciones en las que se producen (por ejemplo, al sentir un olor o al acercarnos al hospital donde recibiremos una dosis de quimioterapia que sabemos que habitualmente nos provoca vómitos). Hablaremos de ello más detenidamente en el próximo apartado.

Controlar las náuseas y vómitos de la quimioterapia - Psicología en CáncerDe todas formas hay que dejar claro que no todo el mundo experimenta las náuseas y vómitos de la quimioterapia. Depende del fármaco que se utilice (algunos, com el cisplatino o la dacarbacina, provocan muchos, mientras que otros, como el docetaxel o la vinblastina, lo hacen poco o nada). Incluso puede depender de la persona: es posible que de dos personas que siguen el mismo tratamiento, una los tenga y la otra no.

La náusea y el vómito condicionado (NVC)

Para explicar el condicionamiento podemos recurrir al famoso experimento de los perros de Pavlov. Pavlov, fisiólogo ruso, sabía que sus perros empezaban a salivar cuando comían. Lo que descubrió es que, si unos instantes antes de traerlos la comida hacía sonar una campana, al cabo de un tiempo los perros empezaban a salir al oír esta campana, antes de ver u oler la comida: habían aprendido que, después de la campana, llegaba el alimento.

Por el mismo mecanismo una persona que sigue unos ciclos de quimioterapia y, unas horas después de cada dosis tiene náuseas y vómitos, aprende a associar, involuntariamente, éstas dos cosas. De tal manera que cuando se acerca al hospital ya empieza a notar los síntomas. Su cerebro se anticipa. Igualmente también los puede notar con otras cosas que se asocian a la comida, como entrar en la cocina, sentir ciertos olores o el mismo acto de comer.

Esto es algo que tampoco ocurre a todo el mundo: hay personas que, aún teniendo las náuseas y vómitos de la quimioterapia, éstos no se les anticipan al ir al hospital o al hacer otras actividades.

Qué medicamentos se utilizan

El oncólogo nos puede hacer recetas de medicamentos que ayuden a reducir o a detener las náuseas y vómitos de la quimioterapia. Lo mejor es prevenirlos antes de que comiencen, y es posible que tengamos que cambiar de medicamento antes de encontrar el que nos funciona mejor.

Algunos de los fármacos más sencillos son bastante conocidos (aunque conviene consultar al médico antes de tomarlos), como la metoclopramida o la domperidona. Si estos no son eficaces los profesionales suelen recomendar corticoesteroides como la dexametasona. Otros productos más fuertes y eficaces son el ondansetrón o el dolasetrón.

Un tipo especial de antiemético (medicamento para los vómitos) es el aprepitant: es especial en el sentido de que funciona cuando se toma de manera preventiva, es decir, antes de que empiecen las náuseas y los vómitos de la quimioterapia. Esto se puede hacer cuando se sabe que el tratamiento se hace con algun producto especialmente proclive a alterar las condiciones del sistema gastrointestinal.

Tolerar la comida y la bebida

Comer y beber se hace más difícil cuando hay vómitos y náuseas persistentes. Los olores de los alimentos incrementan el malestar y se asocian con los problemas digestivos. Algunos consejos pueden hacerlo más fácil:

  • Comer en cantidades pequeñas, poco a poco y a temperatura ambiente o fría.
  • Optar por alimentos de fácil digestión, como el pan tostado o la carne de ave a la plancha. Evitar las grasas y los alimentos con olor muy fuerte. Cuanto más variada sea la dieta, mejor.
  • Tomar bebidas isotónicas y otros líquidos fríos (se toleran mejor).
  • Comer helados y gelatinas.
  • Permanecer sentado/a durante una hora después de las comidas.

Un estudio llevado a cabo en Estados Unidos en 1987 demostró por qué es importante que los alimentos sean variados y con olores no muy fuertes. Se seleccionó un grupo de niños que recibían quimioterapia y tenían vómitos importantes y se les dió un helado de un sabor nuevo (creado expresamente para esta investigación), con un olor muy fuerte, varias veces entre las sesiones de quimioterapia y las comidas normales. Los niños asociaron los vómitos al helado (como chivo expiatorio), culpándolo de ser la causa del malestar, y pudieron volver a comer con normalidad alimentos que habían abandonado porque no los toleraban.

Por un lado, asociamos instintivamente el malestar gastrointestinal con los alimentos que tienen olores fuertes. Por el otro, cuanto más variada es la dieta, más “difícil” le ponemos a nuestro cerebro el relacionar un alimento con el vómito (es fácil asociar uno, pero no 15). Por eso los podemos tolerar mejor.

¿Qué más podemos hacer?

Controlar las náuseas y vómitos de la quimioterapia - Psicología en CáncerCuando comienzan las náuseas o vómitos es importante actuar cuanto antes: una vez se haya instaurado la asociación entre la comida y el malestar gastrointestinal será más difícil de tratar. A pesar de ello siempre se podrán buscar soluciones, a nivel psicológico (con técnicas que han demostrado su eficacia como la desensibilización sistemática, que requiere otra entrada en este blog) y a nivel farmacológico.

La relajación y la distracción nos ayudarán a reducir el malestar: estar sentados/as un rato después de haber comido, leyendo o escuchando música atentamente, de manera que no pensamos en la comida ni en la quimioterapia, previene el rechazo de los alimentos.

Y si los síntomas son muy importantes (vómitos muy frecuentes o con presencia de sangre, pérdida de peso o señales de deshidratación) la recomendación es de consultar al médico.

Las náuseas y vómitos de la quimioterapia suelen desaparecer progresivamente cuando acaba el tratamiento, pero algunas personas afirman que incluso muchos años después continúan rechazando alimentos como la carne. En este caso se puede optar por fuentes alternativas de proteínas, como el pescado.

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