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La oncología es una de las especialidades médicas que más fácilmente pueden producir sensación de quemarse profesionalmente. Sus pacientes sufren mucho y tienen síntomas muy cambiantes, y los profesionales lo ven todos los días. A veces las decisiones médicas no dan el resultado esperado y, en algunos profesionales, esta frustración se acumula hasta tener consecuencias destacables. Pero existen algunos recursos para reducir los efectos de la experiencia de quemarse profesionalmente. En este artículo encontrará 8 técnicas del oncólogo per prevenir el burnout.

Andreas160578 – Pixabay

Esto que llamamos “quemarse” es una traducción del concepto inglés burnout. Su acepción todavía no está consensuada, y algunos sectores usan términos como “quemazón” o “desgaste/agotamiento/fatiga profesional”. Es una situación en la que pueden encontrarse algunos miembros de varios colectivos con una característica en común: el trabajo constante de cara a otras personas: médicos, maestros, vendedores en comercios, etc.

El burnout fué definido por Maslach y Jackson en 1981 como un síndrome caracterizado por el cansancio emocional, la despersonalización y la falta de realización personal y profesional. Algunos de sus síntomas característicos son la desesperanza, la apatia, la hostilidad o el absentismo laboral. También se destaca por el aumento del consumo de sustancias y el aislamiento social.

Cómo alejar el burnout de tu vida

1. Acepta que no eres Superman

Aunque es comprensible que puedas sentirte culpable por la muerte de una persona, por pensar “debería haber hecho esto en lugar de aquello“, las persones mueren. Es normal. La curación no siempre es posible por más empeño que le pongamos. Incluso a veces puedes ver que una persona sufre por muchas razones a la vez (dolor, preocupación por la família, dificultades económicas, enfermedades añadidas) y no das abasto. Pero no siempre llegamos a todas partes.

2. Ten expectativas razonables

Es difícil que una persona con cáncer sea feliz, y menos cuando está en el tramo final de su vida. Sólo algunas personas se encuentran tranquilas en sus últimos días, cuando han aceptado que su vida se acaba. A veces es suficiente con aliviar el sufrimiento. Si pones todo tu esfuerzo en objetivos demasiado altos, verás como el no alcanzarlos te lleva a la frustración y al burnout.

3. Deja el trabajo en el trabajo

Es cierto que cuando hablamos de lo que nos preocupa nos sentimos aliviados. Pero llegar a casa y comentar con la familia lo que hemos visto y hecho significa que nunca dejamos de pensar en ello. Al final acabamos pensando en lo mismo 24 horas al día. Es recomendable hablar de ello en casa o con los amigos cuando la jornada de trabajo haya sido excepcionalmente dura, pero no hacerlo por costumbre.

4. Desconecta de verdad

El ejercicio físico puede ayudar a prevenir el burnout
Gesina – Pixabay

Esto está relacionado con lo anterior. Si vas al cine, a un concierto, a ver a un amigo o de vacaciones, concéntrate en esto. Si estás con tu pareja, disfruta del tiempo que os dedicáis el uno al otro. Resulta muy reconfortante, y verás como la vuelta al trabajo es más sencilla.

5. Date permisos

Si te sientes mal, date permiso para sentirte mal. No siempre podemos darlo todo, y a veces nos enfadamos, o lloramos, o sentimos miedo a la hora de tomar decisiones. Lo mejor es normalizarlo; negarse a ello e intentar estar “siempre positivo” puede hacer aumentar el sufrimiento.

6. Cúidate

Descansa lo suficiente, lleva una dieta variada y equilibrada, déjate querer por los tuyos. No uses el alcohol para olvidar, porque cada vez necesitarás una cantidad mayor (eso no significa que no puedas beber de forma moderada cuando te apetezca). Busca hobbies: un compañero del Institut Català d’Oncologia me comentaba que cada año empieza algo nuevo: tocar el piano, bailes de salón, surfing, un idioma, etc.

7. Habla con tus compañeros/as

Si no sabes qué hacer con un paciente, o si hablar con él te ha dejado muy tocado, habla con tus compañeros. Muchas veces les habrá ocurrido algo parecido, y seguramente podran darte algun consejo que no se te había ocurrido y que te sorprenderá por su sencillez. Al menos te escucharán, y esto también es muy reconfortante.

8. Busca ayuda profesional si la necesitas

La formación del psicooncólogo incluye el apoyo a profesionales de la oncologia. Si te ves muy quemado y no encuentras la forma de remediarlo, habla con él. Y recuerda que todo lo que le digas es confidencial, y quedará entre vosotros. Esto es importante, por ejemplo, cuando el malestar se relaciona con un compañero de trabajo y tienes miedo a crear enemistades o rechazo si lo hablas con los demás.

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